-¡No!
De verdad que no hace falta. Ya has hecho suficiente -aseguró Miley poniéndose
de pie en la bañera-. Más que suficiente.
-¿Qué
te ocurre? -preguntó Nicholas mirándola fijamente mientras entraba en el
hidromasaje-. ¿De qué te asustas? ¿Tienes fobia a las bañeras, o algo
parecido?
-No,
pero...
Miley se
detuvo, consciente de que se había sonrojado. Trató de no mirar hacia el pecho
desnudo de Nicholas, pero fue inútil.
-¿No
crees que es... que no es apropiado que estemos los dos juntos en un jacuzzi?
-continuó ella.
-¿Por
qué? -preguntó Nicholas con expresión de asombro-. No estamos desnudos...
aunque yo tengo que admitir que normalmente no llevo nada puesto en la bañera
de hidromasaje.
-Eso es
más de lo que yo necesito saber -respondió Miley cerrando los ojos y ahogando
un gemido.
-Tú
limítate a sentarte.
-¿Por
qué estás haciendo todo esto? -preguntó ella obedeciendo con un suspiro.
-Te lo debo
después de aquella espantosa fiesta -aseguró Nicholas
colocando de nuevo las manos sobre su hombro-. Perdiste una noche libre,
aunque por suerte tu juego no se ha resentido por ello. Eres la jugadora del
momento...
-Eso
parece -respondió Miley sonriendo ante la frase-. Tengo que decirle esa
expresión a Liam. Le va a encantar.
-¿Estaba
él allí esta noche? -se interesó Nicholas sin dejar de masajearla.
-Siempre
está. Es el capitán del equipo.
-Y además, quiere ser algo más que un amigo para ti -aseguró él.
-Esa sí que es buena —respondió Miley soltando una carcajada-. Estás
equivocado. Liam y yo somos amigos desde la época de la Universidad.
-Créeme.
Sé de lo que estoy hablando. He visto el modo en que te mira -afirmó Nicholas.
Miley cambió de tono. Él no estaba bromeando. Abrió mucho los ojos y se dio la vuelta
para mirarlo.
-¿Y
cómo me mira?
-Como
si quisiera llevarte a la cama -respondió Nicholas con voz grave y los ojos
repletos de secretos.
El
estómago de Miley dio un vuelco ante la idea de que Nicholas quisiera llevarla a
la cama. Durante un instante, se quedó sin respiración. ¿De dónde habría
surgido semejante idea?
-No he
notado nada de eso -aseguró sacudiendo la cabeza.
-Tal
vez porque no es lo que tú buscas -insistió Nicholas mientras le apartaba un
mechón de pelo de la mejilla.
-O tal
vez sea porque me resulta inverosímil. Yo no soy...
-No me
digas que no eres bonita. La belleza está en los ojos del que mira -la
interrumpió él.
-De
acuerdo -concedió Miley poniendo los ojos en blanco-. Digamos entonces que no
soy sexy.
Nicholas
resbaló la mirada lentamente sobre su rostro, se detuvo en sus labios durante
tanto tiempo que Miley sintió que le ardían, luego la deslizó hacia los pechos y
siguió más abajo. Ella notó que los pezones se le ponían erectos y se hundió
más en el agua.
-Esa es
una cuestión de opiniones -aseguró Nicholas mirándola de nuevo a los ojos.
El
corazón de Miley latía apresuradamente contra su pecho. Sentía como si fuera a
disolverse entre las burbujas de agua caliente. Trató de liberar aire mediante
un suspiro, pero solo consiguió emitir una especie de gemido. La intensa
sexualidad que desprendían los ojos de Nicholas le había hecho estallar todos
los circuitos y, como si tuviera vida propia, el cuerpo de Miley se inclinó hacia
él y elevó instintivamente los labios.
Y
Nicholas bajó los suyos.
Ella
retuvo durante un instante el aire. Iban a besarse.
Pero
una parte hasta entonces dormida de su cerebro racional pareció despertar en
aquel instante. Aquello era una locura. Miley se obligó a sí misma a echarse
atrás.
-Se te
da muy bien -dijo, deseando que la voz no le saliera demasiado ronca.
-¿Qué
quiere decir eso?
-Quiero
decir que estoy empezando a entender por qué las mujeres caen rendidas a tus
pies. Las seduces sin siquiera proponértelo. Es algo que está en tu voz y en
tus ojos, lo traspiras por todos tus poros. Cualquier mujer podría confundirse
y creer que para ti ella significa algo -aseguró Miley estirando la espalda
aunque por dentro se sentía como mantequilla derretida-. Pero no yo.
-¿Por
qué tú no?
-Porque
el mayor error que podría cometer una mujer sería creer que sólo la deseas a
ella -respondió poniéndose de pie-. Y puede que yo sea algo inexperta, pero no
soy estúpida.
-O sea, que me estás diciendo que eres completamente inmune -dijo
Nicholas incorporándose a su vez frente a ella con un brillo retador en la
mirada.
-No he
dicho que sea inmune -se defendió Miley con la extraña sensación de que había
despertado a un león dormido-. Sólo he dicho que...
-Quieres
decir que si te hubiera besado, no te habrías inmutado -continuó él acercándose
más.
-Tampoco
he dicho eso -insistió ella, alarmada-. Es solo que...
-Veamos
-la interrumpió Nicholas inclinando la boca sobre la suya.
Miley se
quedó congelada por el impacto, con los ojos completamente abiertos y la visión
nublada por su cercanía. Trató de abrir la boca para hablar, pero Nicholas
interpretó aquel movimiento como una invitación para profundizar el beso.
-Qué
labios tan suaves... -murmuró él sobre su boca, provocándole una deliciosa
vibración.
Nicholas
le recorrió la boca de extremo a extremo con movimientos sensuales, y Miley sintió la firme aunque suave presión de su mano sobre su trasero.
Mientras
ella pensaba que tenía que concentrarse, Nicholas la atrajo más hacia sí.
Aplastó el torso contra sus pechos y hundió la lengua con más fuerza entre sus
labios separados.
Miley tenía el corazón totalmente acelerado, y se debatía entre el deseo lascivo y la
sensatez. Pero cuando Nicholas deslizó una mano tras su nuca, aquel simple
gesto la dejó sin defensas. Él la besó con una mezcla de curiosidad y deseo
controlado, y Miley no pudo evitar imaginarse qué ocurriría cuando diera rienda
suelta a su pasión. La oscura energía que se escapaba a través de sus caricias
le provocó una intensa oleada de calor que le recorrió todo el cuerpo.
Aquel
era un hombre que sabía cómo dar y recibir placer. Un hombre sin traumas ni
inhibiciones. Transmitía confianza plena en su sexualidad.
Miley abrió la boca, y, siguiendo un instinto desconocido, enredó la lengua en la
suya, atrayéndola hacia sí.
Nicholas
exhaló un murmullo de aprobación y se apretó contra ella, permitiendo que
notara su erección a través del bañador húmedo. Él comenzó entonces a
devorarle la boca con la suya. Algo dentro de Miley le dijo que debía responder
a cada beso, a cada caricia, y cómo hacerlo. El calor de Nicholas la
calentaba, y cuando él deslizó las manos por su trasero para atraerla hacia sí
más íntimamente, Miley sintió que las rodillas le flaqueaban. Él la deseaba, y
los signos visibles de su cuerpo que así lo confirmaban provocaron que la
cabeza le diera vueltas.
-Ojalá
no llevaras nada puesto, maldita sea -susurró Nicholas mientras deslizaba la
mano sobre uno de sus pechos y le acariciaba el pezón con el dedo pulgar-.
Quiero besarte por todas partes.
La
imagen de aquellos labios sobre su pezón atravesó la mente de Miley,
provocándole una punzada de deseo.
Nicholas
la tomó de la mano y la guió a través de su vientre hacia abajo en dirección a
la cinturilla de su bañador. De pronto, se detuvo y soltó una palabrota
mientras apartaba la boca de la de Miley. Los ojos le ardían como el fuego
mientras la observaba fijamente con la respiración entrecortada. No dijo nada,
pero ella podía leer en su rostro la siguiente frase: « ¿Qué demonios estoy
haciendo?»
La
vergüenza y el deseo tiraban de ella en direcciones opuestas. Miley dio un paso
atrás, tratando de recuperar el aliento. Se mordió el labio inferior y observó
cómo la mirada de Nicholas se posaba en sus labios para luego descender hacia
el bañador. Aquella mirada le provocó otra punzada de deseo...
-Esto
no ha sido una buena idea –aseguró Miley apartando los ojos y
clavando la vista en el suelo.
—Lo sé
—respondió él.
A una
parte de ella, la más loca, le hubiera gustado que Nicholas no estuviera de
acuerdo.
-No soy
tu tipo.
-Lo sé
-repitió él de inmediato.
Miley compuso una mueca. Al menos podría haber esperado un segundo antes de darle la
razón.
-Soy la
niñera de tu hija -dijo ella tratando de serenarse y ser racional-. Y estoy
segura de que no tengo tanta experiencia sexual como tú. No es justo por tu
parte que juegues conmigo. Es como enviar un F-18 a luchar contra alguien que
tiene una pistola de agua.
-Creo
que subestimas tu capacidad de atracción -aseguró Nicholas mirándola
fijamente.
Miley sintió que se derretía con aquella mirada, pero se esforzó por luchar contra
aquella arma de seducción.
-Esta bien,
pero no subestimo la tuya. Búscate a alguien de tu nivel. Alguien a quien no
dejes sin respiración -concluyó Miley.
Entonces
se dio la vuelta y salió de allí a toda prisa, como si los perros del infierno
le fueran pisando los talones.
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HOLA CHICAS, BUENO ACA LES DEJO UN CAP MAS DE ESTA NOVE :) HOY PENSABA SUBIRLES UN MINI MARATON PERO LA VERDAD NO ME SIENTO BIEN, TENGO UN DOLOR ABDOMINAL INSOPORTABLE :S BUENO DEL DEJO UNO MAS DEOLA DE CALOR Y LISTO BESITOS
aaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarqe emocion!!!!
yo no me resistiria a Nick♥
me encanto el capi me qe de =O qiero mas...
pero claro cuando puedas ;) TQM ... besitoss!!
awww mi hermanita espero que ya mañana no lo tengas jum ay ahhh me encanto el cpai ahh tienes que seguirla seguila plisss ahhh muero por ver el siguiente awww
ResponderEliminaraaww me encantooo seguilaa!!!
ResponderEliminarhahhaa maldito Nick, la besaa y luego le dice que no es su tipo grr
ResponderEliminaroooowww me encanto aaahhh ME MUERO POR SABER K PASA AAAHHHH
ResponderEliminarPOR FAVOR NO LA DEJES AHI !!
ME VOY A MORIR AAHH
POR K ERES MALA COMO LA VAS A DEJAR AHI !!!
PORFAVOR POR LO K MAS KIERAS SUBE PRONTO LO MAS PRONTO POSIBLE !! PORFAVOR :)