CAPITULO 20: Me muero si te pasa algo.

Las semanas pasaban y cada vez me enamoraba más de Nick.

No quería hacerlo pero era imposible no enamorarse de el. Esa sonrisa, esos rulos perfectamente desparejos, su mirada tan profunda color chocolate. Su manera de mirarme me hacia sentir única en el mundo, y cuando me besaba, sentía que volaba, sentía que nada estaba mal a mi alrededor. Me olvidaba de la venganza que tenía preparada para la semana siguiente.

Era sábado y habíamos arreglado para que venga a casa. Últimamente todos los fines de semana eran iguales. Venia, cenábamos algo, mirábamos alguna película acurrucados en el sillón de la sala y luego íbamos a mi habitación a tocar alguna que otra canción.

Mis padres no sabían nada de mis planes, pero les había dicho que no dijeran mi anterior nombre nunca. Les sorprendió al principio, pero luego entendieron. Ellos siempre habían querido mucho a Nick, ya que en mi infancia también vivía prácticamente en mi casa, hasta que todo pasó.

Para una chica de doce años, como lo era yo en ese entonces, era difícil confesarle el amor al chico que te gustaba, y más si ese chico era tu mejor amigo.

Todas habrán pasado por algo parecido, el sentirse fea, el ser rechazada, el ser humillada día tras día los 365 días del año.

Cada vez que recordaba eso, me recordaba a mi misma que no había marcha atrás con el plan. Yo quería que ellos pagaran la humillación que yo había pasado por tantos años.

Eran las 21:00 y el timbre de casa había sonado. Era Nick

Baje las escaleras corriendo, y en el último escalón me doble el pie. “Excelente” pensé. Lo único que me faltaba.

El grito fue tal que pude escuchar como Nick golpeaba la puerta como si fuera a tirarla abajo.

- MILEY!! – Gritaba – MILEY ABRE LA PUERTA, QUE PASO?

Me levante como pude saltando en un pie y fui a abrirle la puerta.

Nick tenía una cara de tal preocupación que me enterneció.

- estoy bien, solo me doble el tobillo – le dije para tranquilizarlo.

Vi como dejaba su guitarra a un lado y me tomaba en brazos para después depositarme en el sillón.

- casi me matas de un infarto, pensé que te habías caído por las escaleras – tomaba su cabello como si fuera a quitárselo.

- que trágico! – le dije y le regale una sonrisa.

- me muero si te pasa algo Miles – me dijo mientras me besaba la frente.

No dije nada. No podía responder a esa afirmación.

Finalmente fue el quien rompió el silencio.

- tus tíos no están? – me pregunto. Y si, Nick creía que yo era la sobrina de mis padres.

- no, salieron, tenían una fiesta benéfica y fueron todos – le dije mientras me levantaba

- AUCH! – me queje y volví a caer cobre el sillón.

Nick se paro de repente y se sentó en la mesita que estaba delante del sillón. Levanto mi tobillo y lo inspecciono.

- solo te lo doblaste, si te lo hubieras fracturado, ni siquiera te hubieras podido levantar del piso cuando caíste – me dijo mientras frotaba mi tobillo con su mano.

- si te doy calor con la mano, se te calmara pronto – me miro a los ojos y luego volvió su vista otra vez hacia mi tobillo.

- entendido Dr.Jonas – le dije, pero inmediatamente me di cuenta de mi error.

Nick levanto su mirada con una mezcla de sorpresa y tristeza.

- como sabes que quiero ser medico? – me dijo

Tenia que pensar en algo, solo Destiny sabia su intención de ser medico, y sabia que Nick no se lo había dicho a nadie, porque todos creían y tenían la esperanza de que el seguiría jugando futboll toda su vida.

- no lo sabia – me apresure a decir – es solo que serias un buen medico si tratas así a tus pacientes – ufff, casi meto la pata hasta el fondo.

- gracias – me dijo sonrojándose un poco. Nick podía ser la persona mas dura del mundo, pero en el fondo seguía ciento el chico tierno y tímido del que me había enamorado.

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