—Tenemos un compromiso social el viernes por la noche —dijo Nick, apartando los zapatos de Miley de la puerta.
—¡Tan pronto! —se quejó ella con un ligero gesto de desagrado. Sacó panecillos y pollo asado del horno.
—Sí. No hace falta que sigas cocinando para mí —le dijo Nick—. Mis manos están mejor. Ya puedo llamar al servicio de comida a domicilio.
—Para mí es natural —replicó ella—. Estoy viviendo en tu casa, así que tengo que hacer algo a cambio.
A Nick se le ocurrieron otras muchas cosas que podría hacer a cambio, pero se abstuvo de mencionarlas.
—De acuerdo —dijo ella mirándolo—. ¿Qué se celebra? ¿Cómo de elegante hay que ir? ¿Cómo de enamorada tengo que parecer?
—Cena con mi jefe y su mujer. Con un vestido, esta bien —apretó los dientes—. Clarifica «enamorada».
Ella fue a sentarse y él le acercó la silla a la mesa, disfrutando de la mirada de sorpresa que apareció en sus ojos.
—En una escala de uno a diez —explicó ella—. ¿Cuánto tengo que actuar como si opinara que eres el hombre más inteligente, más sexy y más maravilloso del mundo?
Nick hizo una pausa, su concepción del juego limpio en guerra con sus instintos más primarios. La idea de ver a Miley actuar como si estuviera loca por un hombre era demasiado tentadora.
—Mi jefe y su mujer llevan años esperando que me case. Me han dado miles de charlas sobre las maravillas del matrimonio. Quieren creer que esto va en serio.
—¿Diez? —preguntó ella, con cara alicaída.
Nick asintió y consiguió, con dificultad, tragarse una sonrisa.
Ella se puso un vestido color borgoña que le llegaba a las pantorrillas y casi conseguía esconder sus curvas, pero aún así transmitía una sensación de sensualidad casual. El único dato delator era el cuello caído que revelaba bellas sombras en su escote. Llevaba el pelo suavemente recogido hacia atrás con un lazo borgoña. Sonreía insegura.
Parecía sexy y vulnerable y Nick sintió una extraña sensación de protección al presentársela a su jefe. Se calló el pensamiento; estaba seguro de que Miley era una mujer liberada que pegaría una patada en la espinilla por su actitud.
—Bob y Karen Turner —presentó Nick, con la mano en su cintura—. Ésta es mi prometida, Miley Polcenek.
Notó la rigidez de Miley al escuchar la palabra «prometida», pero después sonrió y ofreció su mano amablemente.
—Nick me ha hablado mucho de ustedes. Me encanta tener la oportunidad de conocerlos.
—Estamos encantados —dijo Bob, dándole una palmadita en la mano—. Nick lo ha llevado tan en secreto que lo único que sabemos de ti es por los periódicos.
—Bob, no los atosigues —regañó Karen con suavidad—. Ya conoceremos a Miley durante la cena.
El jefe de sala del restaurante se acercó para conducirlos a la mesa.
—He oído que estudias en la universidad de Virginia —le dijo Karen a Miley.
Y comenzó el interrogatorio.
—Es muy raro empezar una carrera tan tarde ¿no? —preguntó Karen.
—Sí lo es —intervino Nick, agarrando la mano de Miley—. Es una de las cosas que más admiro de Miley.
—¿Sí? ¿En serio? —Miley de repente recordó su papel, parpadeó y, sonriendo, se llevó la mano de él a los labios—. El apoyo de Nick a mis estudios es una de las razones por las que me enamoré de él.
Nick se sintió excitado al ver los labios de ella sobre su mano. Miley preguntó por los niños de Karen y Bob. La pareja quedó encantada con ella cuando se interesó por ver fotografías y por el trabajo voluntario de Karen y los partidos de golf de Bob.
No desperdició una oportunidad de tocar a Nick, su hombro, su brazo, su mano. Varias veces le sonrió a Nick y sostuvo su mirada hasta que él se sintió acalorado, y Bob tuvo que carraspear.
Aunque él sabía que estaba actuando, ni su libido ni su cuerpo eran tan racionales. Si estuvieran prometidos de verdad, la velada acabaría con ella en su cama. Sus manos tocarían su piel desnuda. Ella lo acariciaría íntimamente y él descubriría lo que la hacía suspirar. Hundiría la cara entre sus pechos y le acariciaría los pezones con la lengua. Deslizaría sus manos entre sus piernas y la acariciaría y excitaría hasta que lo deseara tan desesperadamente como él a ella. Le haría el amor con fuerza…
—Me encantaría ver tu anillo de compromiso —dijo Karen mientras esperaban que llegara el postre.
Nick se puso tenso. «Maldita sea». No había pensado en el anillo.
—Estamos buscando uno —replicó Miley rápidamente—. Nick dice que quiere encontrar algo muy especial.
—Rubíes —explicó Nick, siguiéndole el juego—. Creo que algo con rubíes y diamantes sería lo más adecuado para Miley.
—Que romántico —suspiró Karen. Inclinó la cabeza hacia la música que sonaba al otro lado de la sala—. Ya que el postre no llega, ¿por qué no bailamos un rato?
Bob emitió unos gruñidos de protesta.
—Un par de canciones no te van a matar —dijo ella, volviéndose hacia Nick y Miley—. Vamos, pareja. Sé que les apetece.
Nick se levantó e hizo un gesto de resignación al ver la sonrisa forzada de Miley.
—Claro que sí —murmuró ella.
El grupo comenzó a tocar una antigua balada de Eric Clapton y Nick tomó a Miley entre sus brazos. Estaba tensa.
—Relájate —le murmuró al oído—. Se supone que estás loca por estar junto a mí.
—Oh —suspiró ella, apoyando la barbilla en su hombro—. Gracias por recordármelo.
—Hasta ahora has estado muy convincente —dijo Nick.
—Gracias. Tú tampoco lo has hecho nada mal.
—Creo que les has gustado —sonrió él.
—Sin duda sienten curiosidad por mí. Casi me han entrevistado. ¿Debería haber traído un curriculum?
—No. Eso le habría quitado toda la gracia al interrogatorio.
La masajeó la espalda y acercó los labios a su cuello.
—¿Qué haces? —se quejó ella, estremeciéndose. Su suave quejido casi lo desarmó.
—Nos miran. Tenemos que dar la impresión de que estamos locos el uno por el otro.
—¿Cómo de locos? —gimió ella con frustración.
—Locos del todo —contestó Nick sin dudarlo.
—Esta bien —suspiró ella. Levantó la cabeza, lo miró a los ojos como si fuera una guerrera Walkiria, y lo besó con todas sus fuerzas. Le consumió la boca con los labios y la lengua, arqueándose hacía él.
Nick sintió su temperatura que se disparaba hasta el techo y que la entrepierna de su pantalón se tensaba hasta la incomodidad. Para cuando ella se apartó, le estaba costando un esfuerzo inhumano no poner las manos sobre su trasero y apretarla contra esa zona de su cuerpo que latía de necesidad.
Miley parpadeó unas cuantas veces, respiró cuidadosamente y sonrió de medio lado.
—¿Qué tal lo he hecho?
Cuando por fin acabaron el postre, se despidieron de Bob y Karen y llegaron a casa, Miley atravesó la puerta disparada.
—Buenas noches —gritó por encima del hombro, y corrió escaleras arriba. Cerró la puerta de su dormitorio y, parada en el centro de la habitación, inhaló despacio varias veces.
Con cada respiración sintió el sutil y seductor aroma de la loción para después del afeitado de Nick. La rodeaba y la excitaba tanto como lo había hecho Nick cuando bailaban. Tenía su aroma pegado al vestido. Maldijo, se quitó el vestido y lo arrojó sobre la cama.
—No voy a aguantar —farfulló entre dientes, andando en círculos, en sujetador, medias y botines—. ¡Ni siquiera han pasado dos semanas y me gusta!
Agarró una almohada y se la aplastó contra la cara. Por su propia cordura, tenía que odiarlo. Había resultado demasiado fácil simular que admiraba a Nick, actuar como si le pareciera guapo y sexy. Besarlo como si lo deseara. Ese beso había sido una estupidez, una gran estupidez.
Todavía se sentía excitada, como si ardiera. Su quejido vibró en la almohada.
Con la almohada en el rostro no veía, pero seguía moviéndose, no podía parar. De repente, tropezó con la esquina de la alfombra y cayó al suelo. Aterrizó sobre el trasero y aulló de dolor.
—¿Miley? —llamó Nick desde la puerta.
—Sí —gritó, frotándose el trasero. Estiró las piernas para comprobar que no se había torcido nada.
—¿Estás bien? —preguntó, abriendo la puerta unos centímetros.
Miley se apretó la almohada contra el pecho y miró la puerta horrorizada.
—Estoy bien. Me he tropezado con la alfombra. No hace falta que…
Él abrió la puerta del todo, y ella se puso rápidamente en pie, haciendo una mueca de dolor.
—¿Estás segura de que estás bien? —insistió Nick con voz dudosa.
Miley lo miró sin saber que la molestaba más si él, o haberse caído. Estaba de pie en el umbral, tan sereno, tan tranquilo. Tan vestido.
—Estoy bien, he caído sobre la parte mejor acolchada del cuerpo —replicó, deseando que se marchara.
No lo hizo. Su mirada la recorrió lentamente de arriba abajo.
—Estoy perfectamente siempre que no tenga que sentarme. Gracias por preocuparte —le dijo, insinuando que podía irse.
—Odio la idea de que hayas caído sobre tu lindísimo trasero —dijo él acercándose, con una mueca peligrosa en la cara.
—Estoy bien —aseveró Miley, aguantándose las ganas de frotarse allí donde la dolía.
—¿Necesitas una segunda opinión?
Miley se quedó sin respiración. Ya había aguantado suficiente esa noche. Su oferta, combinada con la seductora mirada de sus ojos, hizo que explotara.
—¡Fuera! —gritó, y lo golpeó con la almohada. Él levantó las manos y caminó de espaldas hacia la puerta—. ¡Sal de aquí mala imitación de héroe! ¡O Súper Comando Guerrero! ¡O prometido! —gritó Miley con furia, sin importarle lo ridícula que debía estar con sólo las medias, los tacos, sujetador y la almohada en las manos. Cerró la puerta de un golpe y estrelló la almohada contra ella.
—Sólo tenías que decir que no —se oyó reír al otro lado de la puerta.
Miley sintió ganas de gritar con todas sus fuerzas. En vez de eso contó hasta cien. Tres veces. Después, tras asegurarse de que Nick ya no estaba en el pasillo, hizo lo único que podía hacer. Corrió hacia el baño, se quitó la ropa y se dio una ducha de agua helada.
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YA SE YA SEEEEE ME VAN A MATAR U.U PERDON CHICAS, LA VERDAD HOY ESTUVE OCUPADA, TAREA, ME QUEDE RE DORMIDA JAJAJA Y BUENO PERO ACA LES DEJO UN CAP ANTES DE IRME A DORMIR, SACRIFIQUE LEER LOS CAPS DE SARII Y KAZZIE POR SUBIRLES ESTE CAP U.U JAJAJAJ PERDON CHICAS, MAÑANA LOS LEO SIN FALTA U_U
BUENO ESPERO QUE LES GUSTE, MAÑANA LES SUBO 3 CAPS :D Y MAÑANA CAPAS SI SOY BUENA LES SUBO EL CAP 1313 DE ESTA NOVE JAJAJA, BESITOSSSS ♥
hahha ¿POR QUE LA DEJASTE AHI? donde esta la pistola de Sra cuando la necesitas?? hahha ando ilusionada siempre dices que va a ver 1313 y nunca hay, espero que en le proximo capitulo si
ResponderEliminarAme el capi Agus Jjajajaja
ResponderEliminarPrimero Nicky olvida el anillo!!
Segundo el besoo qe hasta ami me dejo sin aliento
Y por ultimo lo mas divertido como lo corre Miley a Nick de su cuarto jajajajaja ya me lo imagino.. me estoi muriendo de la risa...
Espero qe la sigas prontoo eh y no digas qe soi mala si tu me tienes muriendo de la intriga y con las uñas todas mordidas por saber qe pasara jajajajaja bn besos Agus!!
AAAAAHHHHH!! ME ENCANTO EL CAPITULO ♥
ResponderEliminarSABES TODAS ESTAMOS CANSADAS CON LAS CLASES TAREAS Y TODO ESO POR ESO APRECIO Y TE QIERO POR K APESAR DE TODO NO TE OLVIDAS DE NOSOTRAS Y DE TU BLOG(al cual por cierto amo♥) GRACIAS OTRA VES MÑN ESPEROS LOS CAP TQ♥ NO TE OLVIDES.. :)
ahhhh me encanto me encanto me encantoo encerio no sabes cuantoo ahhh espeor pronto el siguiente ahhhhhh sube mas porfiissss
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH SEGUILAAA PORFA!! ESYUVO GENIAL EL CAPI!! JAJAJ , BESOTESS Y ESPERO EL PRÓXIMO CAPI PRONTO
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