Los
primeros rayos de sol la despertaron. Miley abrió los ojos y se sentó en la
cama, aguzando el oído para escuchar si salía algún sonido de la habitación de
Molly. Se incorporó, salió de su cuarto y recorrió la pequeña distancia que la
separaba del dormitorio de la niña. Entreabrió la puerta y se encontró a
Nicholas dormido en la mecedora con su hija también dormida sobre su pecho
desnudo.
Aquella
imagen la dejó sin respiración. Ambos se parecían mucho, y eran tan hermosos...
A pesar de la fuerza de Nicholas y de la vulnerabilidad de Molly, Miley sentía
que los dos necesitaban las mismas cosas: seguridad, aceptación y un lugar en
que se sintieran a salvo. El deseo de proporcionarles todo aquello a ambos era
tan fuerte que le dolió. Miley se preguntó cómo era posible que le hubieran
conquistado el corazón tan deprisa, pero el caso era que le resultaba muy
fácil preocuparse por los dos.
Nicholas
era un hombre muy poderoso, pero ella había percibido en él una soledad que mantenía
muy oculta. Imaginó que el hecho de ser el primogénito de una familia como la
suya tenía que resultar una carga muy pesada. Nicholas se crecía a cada reto,
pero Miley sospechaba que había momentos en los que sus obligaciones lo superaban.
Y en aquellos momentos, la paternidad era otro reto más.
Miley se
inclinó hacia delante y extendió la mano para rozarle el brazo y despertarlo,
pero se detuvo a medio camino, como si tuviera miedo de que su piel la quemara.
Molesta por el curso de sus pensamientos, Miley lo tocó y se lo quedó mirando.
Nicholas abrió los ojos al instante.
-Buenos
días -susurró ella colocando la mano en la espalda de Molly-. Creo que por fin
ha caído.
La niña
apenas se movió cuando Miley la depositó en la cuna. Se encogió un poco para
adoptar una posición más cómoda, luego estiró la mano para agarrar la camiseta
de Nicholas y se la llevó a la boca.
-Mira
-dijo Miley estirando la mano hacia atrás, sabiendo instintivamente que Nicholas
estaba a su espalda-. Está besando tu camiseta.
Él se
acercó a la cuna y contempló a su hija durante unos instantes con la ternura
dibujada en el rostro. Luego se volvió hacia Miley y le dibujó con un dedo las
ojeras.
-Tienes
que librarte de estas orejas. Vuelve a la cama.
-¿Y tú?
-Me
encantaría reunirme contigo, pero tengo que ir a la oficina -aseguró él con una
mueca burlona mientras la miraba con aire seductor.
-Yo...
no me refería a... -comenzó a explicarse Miley.
-No te
preocupes -la atajo Nicholas colocando el dedo índice sobre sus labios-. Estoy
bromeando.
Miley contempló su pecho desnudo y sus ojos adormecidos y contuvo un gesto de
confusión. ¿Y qué pasaría si ella no quisiera que fuera una broma?
-------------------------------------------------------------------------------------
HASTA ACA ESTA NOVE :D BUENO AHORA SOLO ME FALTA LA DE NO HAY MARCHA ATRAS, CON ESA VOY A TARDAR UN POCO MAS... ESPERO QUE LES GUSTE HASTA AHORA EL MARATON, BESITOS ♥
hahahah por que la dejas ahi, queria que se besaran ok ya siguela, espero el proximo =D
ResponderEliminarme fasino el maraton!!!!!!! y esta nove en especial es mi favorita seguilaaa prontoo!!!
ResponderEliminarAiii por qe lo dejaas ahiii tengo una mano en el corazon punto del infarto chikita sube protoo...
ResponderEliminarMe encanto el maraton besitos ;)