I made this widget at MyFlashFetish.com.


jueves, 22 de diciembre de 2011

SUMISA: Cap.4 UN SONIDO&GRITOS DE DOLOR&EXCITACIÓN.

LES RECUERDO! que es una adaptación esta novela, creo que yo no podria escribir esto O.o bueno OK no me hago la santa por si alguna que otra esta leyendo Liberty Walk :$ JAJAJAJAJ bueno en fin, la novela es española, asique si encuentran alguna que otra palabra rara, es xq me olvide de cambiarla :P 
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Con Miley en rodillas ante él, Nicholas estaba pasando apuros para no demostrar su satisfacción ante su sumisión. ¿Cuántas veces había imaginado él este momento? Incontables, que él recordara.
Cada vez que Miley tomaba un pedacito de comida de su mano, su boca suave chupaba ligeramente sus dedos y él tuvo que pelear por ocultar sus gemidos. Ella se veía tan bella con sus pechos en exhibición, y se quedaba con la mirada arriba en él con ese color moreno primoroso, profundo con el que lo miraba.
En lo que concernía a Nicholas, la comida duró mucho. Pero él tuvo el gusto de ver a Miley retorciéndose en sus pies, y tuvo que recordarle que ella no tenía su permiso para llegar al clímax.
Cuando terminó de cenar y de alimentarla a ella con el último mordisco de la comida, él dijo, -Cronometra para el postre, el cuál tengo la intención de gozar completamente-. Él apartó a la fuerza su plato y alcanzado una rebanada de pastel chocolate. Se agachó para retorcer un dedo en su pelo y tiró de él. -Me comerás a mi, con gozo-.
Miley se quedó sin aliento cuando él bruscamente tiró de su pelo un poco más fuerte, atrayéndola más cerca de él, permitiéndole a ella sentir el dolor y el placer de su control sobre ella. Él abrió sus muslos y la trajo a fin de que se estuviera su cara más próxima a su entrepierna.
Cuando él la tuvo donde la quería, Nicholas soltó su pelo y desabrochó sus pantalones de cuero, cerrados con cremallera hasta abajo. Los pantalones tenían una cremallera que abrió consintiéndole libertad completa y total a su pene.
Los ojos de Miley se ensancharon y su lengua lamiendo a lo largo de su labio inferior. Él acarició su erección delante de su boca, la cabeza de su eje casi tocando sus labios.
Nicholas recogió el plato del postre y lo mantuvo muy cercano a ella. -Toma el relleno del pastel y úntalo en mí con tus dedos-.
En la cara de Miley apareció una sombra bonita de un tono rosado cuando ella sumergió dos dedos en el postre y recogió una cierta cantidad del relleno. Él lanzó hacia delante su erección y la observó como ella propagó el relleno de arriba hacia abajo por su longitud. El bledo, su mano palpada bien en él y no podría esperar a tener su boca caliente deslizándose sobre él.

-Hasta que esté cubierto,- dijo él cuándo ella terminó de esparcir lo que estaba en sus dedos.
Miley sacó a cucharadas más relleno del pastel y se concentró en recubrir su pene hasta que no quedo ningún trozo piel desnuda. Su voz casi se hizo pública en un gruñido cuando él le dijo que lo Lamiese.
Con su lengua ella le dio un golpecito sobre la cabeza de su ****, y él casi tembló ante el placer de esto. Fue todo lo que él podía soportar para no le permitirles a sus ojos rodar de regreso a su cabeza. Ella continuó, lentamente dándole lametazos con la lengua de arriba abajo por su longitud, lamiendo y chupando cada pedacito del pastel llenándose la boca. Él estaba seguro ella le daba juego, balanceándose, para quizá hacerse una paja con los consoladores.
Cuando ella terminó de limpiar el postre de su erección, él dijo, -Succiónalo-.
Sin titubear, Miley se la metió en la boca. Él agarró con fuerza en su puño un puñado de pelo negro sedoso y la guió para que se la succionase completamente. Ella asoció los pocos ruidos de zumbido con un rebaño o bandada de animales en movimiento cerca de su mente. -No hay vuelta de hoja.- dijo él mientras ella se movía de arriba abajo, trabajando su pene con su mano mientras su lengua le daba un golpecito a lo largo de su longitud. -No te detengas ni por un segundo-.
Mierda. Él no iba a ser capaz de aguantar. -Voy a correrme en tu dulce boca, y vas a tragarte cada gota de semen que caiga-. Sus ojos se encontraron, y ella le lanzó una mirada inquisitiva mientras seguía chupando.
-Ven adelante, bebé-. Él le dio un masaje a la parte de atrás de su cabeza. -Lo puedes hacer.-
Miley chupó más fuerte. -No hay vuelta de hoja. Así, sigue así-. Él peleó por mantener los ojos abiertos para poder observar su **** deslizándose dentro y fuera de su boca. Él empezó a bombear sus caderas con el ritmo de los movimientos de ella.
Su clímax aumentó dentro de él, un infierno rugiente que le tomó como una tormenta de fuego dentro de su cuerpo. Él mordió el interior de su mejilla para no gritar, cuando su pene avanzó dando tumbos y su semilla chocó violentamente contra la boca de Miley. Ella no hizo ninguna pausa. En lugar de eso ella chupó más fuerte y se tragó cada gota que salía de él.
Cuando él ya no podía aguantar más, le cogió con su mano el pelo y estirando de ella para sacar su **** húmeda, que se deslizó de su boca y él apretó sus dientes para retener su autocontrol.
Carájo. Él nunca había tenido una eyaculación tan impactante mentalmente en toda su vida. Él podría jurar que había visto las estrellas detrás de sus ojos.
Miley se chupó los labios, tragándose lo último que Nicholas había soltado. Ella no lo había hecho nunca antes y estaba sorprendida de encontrar que lo haía disfrutado. Había sido una conexión entre ella y Nicholas, una experiencia los había hecho más íntimos amigos. Él le había sabido a dulce y salado, mixto con el sabor del delicioso pastel. Ella había disfrutado de lamer cada pedacito.
A ella le gustó la apariencia que tenía los ojos de Nicholas ahora mismo. Se habían oscurecido por el ardor y la pasión. Su culo latió, ella deseaba tener su **** allí en lugar del consolador. Ella quería que él la follase por el culo también, en lugar del tapón que tan llena la tenia.

Él se levantó y se metió su ****  de vuelta a sus pantalones de cuero. Después cerró la cremallera de sus pantalones, y se detuvo delante de ella ayudándola a ponerse de pie. Sus pezones desnudos rozaron su camisa playera y ella sintió el calor de él emanando a todo lo largo de su cuerpo.
-Muy bien, Miley-. Él tomó su mano y la condujo a través del cuarto hasta las contrapuertas. -Tienes una boca talentosa-.
-Gracias, Cariño,- dijo ella.
El consolador en su intimidad y el tapón en su culo la estimulaban con cada movimiento que hacía y ella desesperadamente pensó que él se los quitaría y luego la tomaría  hasta saciarse.
Su estómago revoloteó cuando él abrió las puertas, revelando una cama de cuatro pósteres enormes, junto con bellos muebles que decoraban el dormitorio. El hormigueo en su barriga creció aun de forma más intensa cuando ella pensó en Nicholas teniéndola en esa cama.
La alfombra lujosa de Borgoña se hundió bajo sus tacones y una brisa ligera movida por un abanico colgado del techo acarició su piel.
Cuando alcanzaron el centro del cuarto, Nicholas se detuvo y soltó su mano. -Arrodíllate-.
Miley obedeció, pero cuando él dijo, -Descansa tu cara y antebrazos contra de la alfombra y manten en el aire tu culo- Ella a casi se plantó.
Su mirada se estrechó y ella rápidamente asumió la posición. El consolador en su intimidad y el tapón en su culo parecieron hundirse aun más y se mordió el interior del labio para refrenar un gemido. Ella podía suponerse que la parte trasera de la falda negra corta y ceñida que llevaba no escondería ni un maldito cariño de su trasero.
Ella oyó a Nicholas moverse detrás de ella y luego lo siguiente que ella noto es que él estaba arrodillado al lado de ella, arrastrando una bufanda negra de seda sobre su mejilla.

-Voy a vendarte los ojos ahora, mi bebé-. Su tono fue bajo y erótico. A ella le gustó la forma que él la llamó su “bebé”. Fue una caricia tan sensual viniendo de sus labios.
Nicholas le colocó la venda sobre los ojos y la ató afanadamente detrás de su cabeza. Ella le oyó susurrar otra vez al lado de ella y todos sus sentidos se intensificaron. Ella oía el sonido de su respiración, los ruidos de pasos suaves de Nicholas sobre la alfombra, y la suave brisa de aire que provenía del abanico del techo con un suave silbido. Ella olía el fresco olor de la alfombra.
Y cuando ella oyó a Nicholas que se movía hacia ella, todos sus sentidos vinieron en amplitud a ojo avizor. Una sensación de hormigueo se movió errática y ligeramente a lo largo de su columna vertebral y tembló.
Las manos fuertes de Nicholas le agarraron cada una de las mejillas de su culo y ella se sobresaltó. Él amablemente amasó la carne, como él hablaba en una voz suave, reconfortante, pero lo que le dijo no la reconfortó en absoluto.
-Bebé, tú sabes que tengo que castigarte ahora-. Él continuó dándole masaje a sus asentaderas mientras hablaba, pero ella estaba tan asustada por lo que le iba a hacer que la proporción de su miedo se duplicó.
-Con los consoladores has sido castigada por llamarme 'bastardo' hace un rato, en lugar de Cariño-. Ella pensó que oía diversión en su voz, pero probablemente lo imaginaba. -Ahora serás castigada por moverse cuando le di instrucciones de permanecer quieta. ¿Entiendes?-
-Sí,- susurró ella.
-Miley-dijo él en un tono preventivo.
-Cariño. Sí, Cariño-.
Él continuó agachado sobre ella amansando su trasero, y hablándole en el paciente tono de “soy un dios”. -Me veré forzado a castigarte otra vez la próxima vez que olvides referirte a mí como Cariño-.
Miley cavó sus dedos en la alfombra para mantener el control de su ego. Esto resultaba ser más duro que lo que ella se había supuesto. -Sí, Cariño-.
-Muy bien-. Él apartó sus manos de ella y sintió algo deslizarse sobre su piel. Algo diferente que no era la bufanda. Tiras de cuero suaves que le cosquillearon en la piel y que le provoco que se echara a temblar.
-¿Sabes qué es esto?- Nicholas lo pasó sobre su culo y lo fue bajando hasta llegar en medio de sus muslos, causando más humedad para empapar alrededor del consolador metido en su intimidad.
Ella pensó acerca de eso un momento, y luego una burbuja de miedo se levantó dentro de ella. -¿Un látigo?
-Eso es correcto-. Él continuó deslizando el látigo sobre su piel, acariciando su espalda hasta llegar a su cuello, y de regreso a lo largo de su columna vertebral, y bando otra vez para rozar nuevamente su culo. -Has sido una chica muy mala, Miley Cyrus, y debes ser castigada-
Oh. ¿En qué clase de lío se había metido?
Su cuerpo estaba increíblemente tenso mientras él continuaba acariciándola, prolongándose el momento de cuando él extraería su castigo. -La debería castigar por provocarme esa vez en la sala de juntas. Por hacerme desearte y nunca darme un momento a solas contigo. ¿Por qué es eso?
Miley tragó saliva y luego sus palabras salieron de su boca a la carrera. -Tuve miedo. Asustada de que usted vería cuánto le deseaba. Lo Deseo.
Nicholas arrastró las tiras de cuero blando entre sus muslos otra vez. -Bien-.
¿Qué quiso decir eso?

Pero en el siguiente momento todo pensamiento racional huyó de su mente, cuando el látigo choco con su carne en un golpe repentino y duro. Miley gritó, pero apenas tuvo tiempo de notar la primera parte del latigazo, cuando el segundo golpe cayó repentinamente. Picaba. Dolía como el demonio.
Pero entonces el dolor comenzó a cobrar un sentimiento apacible. Comenzó a hacer juego con las sensaciones que ella sentía en su culo y en su ****. Cada golpe repentino aumentó su excitación y ella comenzó a retorcerse.
-Calma, cariño-. Él la golpeo mas fuerte con el látigo y ella avanzó dando tumbos hacía adelante. -No puedo detenerme hasta que estés completamente callada.
Miley tembló y mordió el interior de su mejilla tan fuerte que casi gritó del dolor que se causo ella misma. El sabor metálico de sangre llenó su boca, pero no le importó que el dolor sólo acrecentase todas las demás cosas que ella sentía y la excitara aun más.
Con la venda en los ojos, todas las sensaciones parecían intensificarse más, haciendo todo parecer un poco más extremo. Sus muslos temblaron y su estómago se engarroto con fuerza cuando sintió el comienzo de un orgasmo salvaje y comenzando a correrse.
-No llegues al clímax,- dijo él, como si leyera su mente. Él la azoto otra vez más con el látigo, y esta vez fue aún más duro y fuerte. -Conténgase o ganarás un castigo más severo-

. ¿Qué podría ser más severo?
Ella no quería saberlo.
Pero él se mantuvo flagelándola. Su culo picando y su mejilla ardió de donde ella la mordía. Ella comenzó a ver las estrellas detrás de la venda de los ojos negra y una ola detrás de otra ola de placer se remontó a través de ella, poniéndola más cerca y más cercano a ese borde que se supuso que se cruza.
Y luego él la azoto con el látigo lo suficientemente fuerte como para enviarla por el borde. Miley gritó. Su cuerpo se sacudió con fuerza y ella comenzó a rodar encima de su costado. Ella no tenía apenas conciencia de cualquier cosa de lo que ocurría alrededor de ella. Pareció que su mundo entero había explotado. Las estrellas entraban de súbito en su cabeza. Su intimidad latiendo alrededor del consolador, y su culo contrayéndose alrededor del tapón. Su cuerpo entero fue un orgasmo macizo y grande, y ella pensó que nunca acabaría.
Cuando ella comenzó a bajar del cielo, oyó a Nicholas suspirar antes de que él dijera, -Cariño, justamente te has ganado por tí misma un nuevo castigo.

1 comentario:

  1. JAJAJAJA ME IMAGINO PORQUE ES MUY HOT! JAJAJA QUIEN ES TAN PERVERT xD JAAJAJAJA ME ENCANTO EL CAPI COMO SIEMPRE MUY HOT , SEGUILA! ESPERO EL PROXIMO PRONTO , BESOS

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario :) ♥