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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Liberty Walk: Capítulo 4

CAPITULO NO APTO PARA CARDÍACOS!!
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Nick caminó lentamente por la playa de Strathy Point sintiéndose un poco surrealista. No podía creer que se le hubiera cruzado la idea de salir corriendo a las montañas con la esperanza de ver a la novelista americana, mucho menos de concretarla. Pero ahora estaba aquí, se dijo resuelto, así que debía sacarle el mayor provecho.

Era una playa nudista, se percató. Se sintió un poco incómodo al haberse dejado puesto el traje de baño cuando todos a su alrededor estaban totalmente despojados de ropa. Ésta no era una playa de topless como había dicho la vendedora, pero una playa de topless y de la parte de abajo también. Se sintió como un idiota.

Nick agitó sus pestañas rápidamente varias veces, y los lentes de contacto que se compró ayer a la tarde hicieron que sus ojos se humedezcan un poco. Se estaba acostumbrando a las malditas cosas, casi del todo, pero aceptó que le llevó varias dolorosas horas incluso para llegar hasta aquí. Bueno, pensó con un poco de satisfacción, si tuviera la suerte de encontrarse a Miley Ray Cyrus, al menos no lo haría con sus sensatos y aburridos anteojos.

Nick buscó por la costa de la playa para encontrar a la mujer en cuestión, sus entrañas anudándose, anticipándose a la idea de volver a verla. Su mirada oscura se movió de un lado al otro, hasta que finalmente se posó sobre la forma de una escritora durmiente y muy desnuda a una cierta distancia sobre el terreno arenoso.

Respiró hondo para afirmarse, rogándole al cielo que encontrara el coraje para acercársele y despertarla. Sólo podía esperar que su cuerpo cooperara y no sustentara una erección notablemente grande y dolorosa con tan solo verla.

Pero cuando se acercó y vio que sus grandes pezones rosados sobresalían en el aire, su deseo de tirarse al lado de ella y chuparlos tiró por la borda todas las intenciones de mantener el control.

Suspiró, notando con triste resignación que su pe*ne estaba tan duro como una llave de hierro.

Se arrodilló a su lado, sin poder creer que él, Nicholas Jonas se había vuelto tan osado como para acercarse a ella, sin mencionar ser tan descarado como para caer sobre sus rodillas y mirar libidinosamente su cuerpo de tan cerca. Miró rápidamente a su alrededor, sintiendo pánico por un momento de que lo avergüence frente a los demás gritándole que se vaya.

Respiró con alivio al darse cuenta de que estaban bastante solos en ese pedazo de la playa, y que sus gritos sólo servirían para humillarlo a él frente a ella. No es que ese panorama fuera mucho mejor.

Los ojos de Nick  cayeron hasta su cara, notando en seguida que estaba profundamente dormida. Desenfadada, ¿no? Tuvo la necesidad de retarla por eso, luego frunció el ceño ante esos pensamientos.

Suspiró. No podía ser más tonto si lo intentara, pensó deprimido. Aquí estaba, sentado frente al objeto de su obsesión, con su cuerpo totalmente desnudo a su disposición, ¿y había pensado en retarla?.

Aun así, no pudo evitar pensar que si hubiera sido cualquier otro hombre se hubiera aprovechado de la situación y se le hubiera echado encima por la fuerza. Ella debería tener más cuidado.

Sus ojos oscuros encontraron sus senos, y todos los pensamientos sobre retar a una cierta novelista se fueron volando por una ventana imaginaria. Su pene se endureció al mirarla, el deseo lo abarcaba dura y rápidamente. Sus aureolas, notó, eran de color rosa claro y un poco acolchaditas. Sus largos pezones colorados sobresalían como dos cohetes con forma de botella que despegaban de una suave y aterciopelada base.

Nick respiró hondo, con una erección salvaje, mientras su mirada se paseaba más abajo y se posaba sobre su acolchonada vulva. Una de sus rodillas estaba levemente doblada, lo cual no ponía ningún impedimento a que él viera cómo se veía su carne por dentro. Tenía el Monte de Venus afeitado, notó mientras su quijada se endurecía, pensando cuánto le gustaría pasar su lengua por todos los suaves pliegues debajo de él.

Nick miró su vulva, queriendo chuparla, queriendo montarla, queriéndola y punto. Como si la durmiente mujer pudiera leer sus pensamientos y quisiera alentarlos, la carne entre sus piernas se humedeció un poco delante de sus ojos.

Sus ojos se dispararon a sus senos. Estaban más duros que antes. Tan duros que le parecía doloroso a él. Tan duros que se imaginó llevándoselos a la boca y…

Ella se dio cuenta.

Avergonzado al haber sido pescado mirando sin reparos su cuerpo desnudo, Nick alzó la mirada y chocó con la de una mujer bien despierta. Tosió cubriéndose con la mano mientras ella le sonreía, y como ese muchacho tonto que fue a los trece años, tuvo una urgente necesidad de acabarse.

Sus cejas se juntaban lentamente mientras lo miraba con curiosidad.

–¿No nos conocemos? –preguntó ella con una sonrisa.

Miley pensó que ya estaba demasiado experimentada como para excitarse por algo tan simple como un hombre admirando su cuerpo desnudo con deseo. Pero Dios, pensó mientras sus pezones sobresalían como cuchillas, la mirada pensativa de este hombre tenía un efecto desconcertante en ella.

La miraba como si quisiera poseerla, como si quisiera meterle los dedos por la vagina y reclamarla como suya. El efecto era embriagador, excitante, y no era sólo porque la miraban libidinosamente, en general, sino porque ya se había dado cuenta de quién era el que la miraba libidinosamente.

El Señor Correctito en persona. El extraño con el que había conversado por un momento en Jenners.

Miley lo recorrió por completo con la mirada. Tenía un cuerpo impresionante, pensó. Sus piernas eran largas y musculosas, sus brazos no eran ampliamente grandes como los de un físico culturista, pero atractivamente recortados y cubiertos de venas. Su pecho era igualmente musculoso, duro y tentador. Y su pene «Dios santo» sonrió, pensando que definitivamente no era tan experimentada, su pene era gloriosamente largo y duro, abultándose en su traje de baño.

Sabiendo que sólo verla lo excitaba, que este hombre en el que estaba pensando cuando se durmió estaba aquí a su lado, hizo que su vientre se contraiga y se formen pequeñas gotas entre sus muslos. Su mirada se levantó, atrapando la de ella, y su cara se sonrojó encantadoramente mientras tosía cubriéndose con la mano.

Se dio cuenta que tenía intenciones de irse. Alarmada ante esa posibilidad, y sin tiempo ni intenciones de pensar por qué, lo anticipó con una sonrisa y una simple pregunta «¿No nos conocemos?»


* * * * *


Los ojos de Nick bajaron velozmente a sus pezones, luego de nuevo a su cara. Aclaró su garganta nerviosamente, sintiéndose como el idiota más grande que existió en el planeta.

–S-sí –tartamudeó, asintiendo una vez con la cabeza– nos conocimos en Jenners hace dos días

Se sonrió con su marcado acento, levantándose con los codos, luego reclinándose sobre ellos mientras conversaban. Sus pezones estaban a escasas pulgadas de su cara, tan duros y tentadores, apoyados sobre sus acolchados parches rosados. No hizo ningún movimiento para cerrar las piernas, notó, y de hecho había abierto una pierna un poco más. No sentía vergüenza en absoluto de haber sido atrapada completamente desnuda. Parecía disfrutar este momento íntimo entre ellos, y él no estaba totalmente seguro de cómo tomar este hecho.

–Sabía que te reconocía –sonrió abiertamente, calmándolo un poco cuando entendió que no estaba enojada por sus miradas indecentes– ¿Terminaron pasándote por arriba?

–¿Por arriba? –preguntó tontamente. Y luego, al recordar su conversación anterior, sonrió– no, pude salir entero de la tienda

–Bien –Miley apoyó sus dientes en su labio inferior y lo mordisqueó por un momento, sin poder creer que estaba por sugerir lo que sugeriría. Pero se sentía descarada. Excitada y descarada. Y sabía que quería tener sexo con este hombre. Nunca había sido de pensar más allá del presente y en este preciso momento lo deseaba– ¿Sabes? –dijo mientras levantaba su mentón– esta situación me parece un poco injusta

La cara de Nick se sonrojó.

–¿Cómo?

Miró su traje de baño con tiendita.

–Esta es una playa nudista –murmuró– pero tú llevas ropa puesta

El pene de Nick se puso más duro, y los músculos de su estómago se apretaron. Básicamente lo acababa de invitar a sacarse toda la ropa, aún sabiendo como debía hacerlo que estaba totalmente erecto. Miró su vulva, que ahora estaba lista e hinchada y se preguntó si sería posible que ella realmente quisiera tener sexo con él.

Lo dudó, pero decidió por una vez en su vida dejarse llevar y ver qué pasaba. Se paró y se bajó el traje de baño, revelándole completamente su erección.

Miley contuvo el aliento, no esperando que fuera tan bien dotado. Era guapo de una manera cruda, masculina; y sexy pensando en la situación de la colegiala traviesa que corrompe al guapo y distinguido profesor. Ella le sonrió cuando volvió a sentarse al lado suyo.

–El sol se siente genial sobre la piel, ¿no? –le preguntó con su acento arrastrado.

–Cierto –mientras Nick admiraba sus pezones, decidió que su tendencia a dar cátedra encontraba los momentos más extraños para hacerse ver– pero espero que te hayas puesto algún tipo de protección –agregó– ya que no te gustaría quemarte los… –tosió discretamente, cubriéndose con la mano y desvió la mirada, avergonzado por lo que estuvo a punto de decir.

Miley estaba disfrutando esto. Casi todos los hombres con los que había salido se habían comportado demasiado seguros de sí mismos, como si creyeran tener derecho a tomar lo que querían. Pero este hombre era tan excitantemente especial que se encontró queriendo empujarlo más y más, aunque no fuera más que para probar sus límites de tolerancia.

–¿Por qué no les pasas un poco de loción para mí? –le susurró.

Sus ojos oscuros se dispararon para encontrar los de ella, y tragó saliva visiblemente. No se lanzó a ella, pero tampoco retrocedió ante su desafío carnal.

–¿Dónde está la loción? –preguntó con voz rasposa.

Estaba duro, tan endemoniadamente duro.

–En mi bolso.

Al poco tiempo, Nick se había puesto la loción con perfume de coco en sus palmas y estaba por alcanzar sus senos. Los llevó entre sus grandes manos, humedeciendo los suaves y carnosos globos con el dulce aceite. Cuando su respiración se volvió poco profunda, comenzó a masajearle los pezones, pasándoles la loción con los pulgares y los dedos.

–¿Cómo te llamas? –Miley preguntó sin aliento, cerrando los ojos mientras él continuaba con su sensual masaje.

–Nicholas Jonas –respondió él con voz profunda, mientras su excitación hacía que sus inhibiciones se desvanecieran significativamente– y tú eres Miley Cyrus

Sus ojos se abrieron rápidamente.

–¿Cómo supiste mi nombre?

–Escuché a la vendedora

Ella se paralizó.

–¿También me escuchaste decirle que estaría de vacaciones en Strathy Point?

Su mirada oscura se chocó con la verde clara de ella.

–Sí –admitió, sin ofrecer ninguna otra explicación.

Él masajeó sus pezones un poco más duro, tirando de ellos ahora. Cuando gimió suavemente y sus ojos se achicaron con deseo, el temió derramarse allí mismo sobre su muslo.

–Me has seguido –fue una declaración, no una pregunta.

–Sí –fue la verdad, no una disculpa.

–No sé qué pensar de eso

–Yo pienso –dijo Nick suavemente, con su erección hinchada y dolorosa– que tu hermosa vulva necesita que le pongan loción también –se paralizó apenas esas palabras salieron trastabillando de su boca, sin poder creer que él las había pronunciado.

Miley encontró su mirada y estudió sus rasgos, como si estuviera evaluando sus palabras. Y luego, surrealista como era para él, ella abrió sus piernas ampliamente, dándole no solamente una deliciosa vista, sino también permiso para masajearla de la manera más íntima posible.

Nick se olvidó de la loción mientras su dedo índice encontró su abertura y le empujó un grueso dedo hacia adentro de ella. Ella exhaló con un gemido, su cabeza echada hacia atrás para colgar precariamente de su cuello, mientras su ***** (aclaracion de mi: ne da verguenza decir la palabra soy una estupida jajaj)  húmeda se ponía más húmeda y sus pezones continuaban sobresaliendo como cuchillas.
Un segundo dedo encontró el hoyo de su *****, uniéndose al primero, mientras comenzaba a tomarla con los dedos lentamente. En su otra mano, la yema del pulgar tomaba el control de su clítoris y comenzaba a frotarla con un sensual movimiento circular. Se arqueó en su mano, respirando profundamente mientras él masajeaba su carne empapada.

–Tienes la vulva más hermosa que jamás he visto –dijo ronco– tan húmeda y jugosa, tan estrecha...

–Ay, síííí –la espalda deMiley se arqueó aún más, y sus labios se separaron levemente. Estaba borracha de excitación, embriagada por el efecto que él tenía sobre ella.

Sus palabras, sus manos, su mera presencia exaltaban su deseo. Nick la hizo sentir como una diosa erótica omnipotente, un estado de sensualidad a la que ningún otro hombre la había llevado. La miró como si fuese la mujer más intrigante del mundo, exploró su cuerpo como si nunca pudiera tener lo suficiente de él.

–Córrete por mí, Miley –lo escuchó murmurar. Sus dedos comenzaron a embestir con más fuerza. El movimiento de frotación sobre su clítoris se volvió más intenso– quiero ver cómo te acabas

–Ah, sí… ah Dios –se estaba acabando. Estaba tan cerca. Gimió, mientras sus caderas se levantaban para él, queriendo que hiciera lo que hacía, queriendo acabarse bien acabada para él.

Sus dedos empujaban fuerte en su interior, llenando su carne húmeda, estirándola y haciéndola penar por su pene, el sol pegaba fuerte sobre ella, el viento helaba sus pezones, endureciéndolos más aún.

Su cara se hundió hacia su ***** mientras la tomaba con los dedos. Ella respiraba con dificultad mientras su lengua se enrollaba en su clítoris, reemplazando la yema de su pulgar. Pensó que había muerto y se había ido al cielo de los pecadores.

– Nick...

La lengüeteó rápidamente, pasándole la lengua por el capullo hinchado, succionándolo hasta su boca y chupando sin piedad. Todo el cuerpo de Miley comenzó a sacudirse mientras la chupaba y la chupaba, sin ceder jamás, sin siquiera aminorar.

–Ay, Dios... ay, Nick, sí

El sonido bajo y gutural de apreciación que él hizo en el fondo de su garganta fue lo que la deshizo. Instintivamente, se estiró hasta alcanzar su cabeza, enredó sus uñas carmesí entre su pelo oscuro, y presionó su cara contra su vulva tanto como pudo. Él chupó con más fuerza aún, y a los oídos de ella llegaban sonidos como si sorbiera.

–Sí

Las caderas de Miley se levantaron cuando un devastador orgasmo le desgarró el vientre. Gritó por la intensidad del hecho, todo su cuerpo sacudiéndose, y la carne convulsionándose alrededor de sus dedos.

Y luego él se subió encima de ella, aplastándola contra la lona mientras se acomodaba entre sus muslos. Sus miradas se chocaron cuando sus manos abiertas tomaban sus senos y con un poderoso embate arremetió dentro de ella.

– Nick...

–Por Dios te sientes buena y estrecha –dijo él entre dientes, embistiéndola más y más rápido. Quería ir despacio, saborear este momento en el tiempo que dudaba que alguna vez se repitiera. Pero su carne estaba tan caliente y seguía succionándolo, llevándolo más profundo, haciendo imperiosa la necesidad de marcar sus entrañas con su leche caliente. Él gimió, sus párpados pesados con excitación.

Miley gimió, envolviendo la cintura de Nick con sus piernas. Tiró de sus pezones en respuesta, prendiéndose de ellos mientras la embestía una y otra vez, más y más profundo, de nuevo y otra vez. El sonido de carne chocando con carne llenó sus oídos, encendiendo más su deseo.

–Penétrame más duro –dijo sin aliento, apretando sus caderas hacia él.

Nick apretó la mandíbula mientras le daba lo que quería. Dejó sus senos, deslizó las manos entre sus cuerpos unidos para agarrar su trasero, y golpeó su carne húmeda con una serie de embates profundos y sin piedad.

–Ay, Dios.

Miley cerró los ojos y se aferró para una cabalgata dura, sus piernas envolviéndolo firmemente por la cintura, dándole la posibilidad de penetrarla profundamente. Podía oír los sonidos de su carne chupando su pene hacia adentro de su cuerpo cada vez que se enterraba hasta el límite de lo posible.

–Dios Santo – Nick embistió su vagina, duro, profundo, sin importarle nada más que la sensación de su carne envolviéndolo. Se hundió en ella una y otra vez, entregándose vorazmente al placer de su cuerpo. Se sintió como un animal territorial, primitivo, incapaz de tener un pensamiento coherente. Todo lo que podía hacer era sentir... sentir a esta mujer, sentir la vulva que lo obsesionaba poseer y penetrar – Miley!!

Y luego se derramó dentro de ella. Sus músculos se amontonaron, todo su cuerpo se tensó, mientras cerraba los ojos y bombeaba tanta leche dentro de ella como para avergonzar a tres hombres.

Respirando con dificultad, Nick miró a Miley a la cara mientras estaba suspendido sobre ella. Ella sonreía soñadora, como lo haría una mujer a la que habían tomado bien y duro, y en ese momento se sintió más posesivo de su dulce vulva de lo que tenía derecho.

Cayó sobre ella, repleto y exhausto, luego de que el orgasmo más feroz de su vida lo dejara casi inconsciente. Encontró la fuerza suficiente para levantar la cabeza y sorber de sus labios antes de rodar hacia abajo y arrastrar su cuerpo al lado del de ella.

Cualquiera podía pasar caminando por la playa y encontrarlos allí, lo sabía. Pero estaba cansado, tan increíblemente cansado.

Y luego se correria, sacudiéndose alrededor de su pene, con la espalda arqueada mientras él se hundía repetidamente en ella. Gritó su orgasmo, envolviéndolo más fuerte por la cintura con sus piernas, presionando sobre su clítoris, lo que la hizo gritar más fuerte.

–¡AY… DIOS!

La oscura cabeza de Nick descansó sobre los senos de Miley, mientras sus párpados pesados se cerraban. Mientras caía en un sueño humeante se le ocurrió en algún lugar de su nebulosa semiconsciente que ella podría tratar de dejarlo, podría haberse ido cuando se despertara.

Instintivamente, inevitablemente, la mano de Nick encontró su carne inflamada. Lanzó dos dedos profundamente dentro de su vagina, trabándolos, y se durmió profundamente.



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bueno chicas aca les dejo el cap :$ JAJAJAJAAJAJ lo que estaba mas arriba entre parentesis si, lo puse aproposito xq nunca voy a escribir esa palabra me empiezo a reir y no paro sino jajajaja parezco Homero cuando dice la palabra senos JAJAJAJAJ miren en video http://www.youtube.com/watch?v=GKKQ79qfUEE Y ME VAN A ENTENDER JAJAJAJAJAJAJA bueo, me voy a comprar unas cosas para navidad y a cortarme el pelo :D cuando vuelva les subo otro cap, COMENTEN PORFAAAA! y diganme que les parecio ;) y si NICK ES UN DEPRAVADO JAJAJAJAJ 

1 comentario:

  1. WOW! LA VERDAD ES QUE VOS TENIAS RAZON! JAJJA ES MUCHISIMO MAS HOT QUE SUMISA JAJA ME ENCANTO EL CAPI , SEGUILA QUIERO SABER QUE PASA Y COMO SIGUE , BESOS

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