La
noche siguiente, cuando Molly estaba ya acostada, Miley y Nicholas compartieron
una cena a la luz de la chimenea en el cuarto de Nicholas. Ella se había puesto
una camisa de color albaricoque con falda a juego, y se había peinado y maquillado
como si se tratara de una cita. Estaba empezando a aprender que uno de los
secretos para sentirse una diosa era disfrazarse de una de ellas.
-Estar
contigo se está convirtiendo en una adicción para mí -aseguró Nicholas
levantando la mano para acariciarle la mejillas.
Miley se
inclinó hacia él para besarlo en los labios, y luego introdujo la lengua en su
boca, con el secreto deseo de ser una adicción de la que él nunca pudiera
librarse. Entonces le desabrochó la camisa y le deslizó las manos sobre el
pecho.
Nicholas
dejó resbalar un dedo perezoso por el cuello de
Miley, que luego siguió
descendiendo por dentro de la camisa hasta su pezón
erecto. Ella dejó escapar un pequeño suspiro.
-Maldita
sea -murmuró él-. Ya estoy otra vez duro. ¿Tienes idea de lo sensual que me
resulta saber que me basta con rozarte para que seas mía? Apuesto a que ya
estás mojada -aseguró deslizando la mano entre sus piernas para comprobarlo.
Mientras
la acariciaba, Nicholas comenzó a susurrar en italiano, y aquellas palabras le
resultaron a Miley el más sensual de los sonidos.
-¿Qué
has dicho? -preguntó mientras le desabrochaba con urgencia de amante los
pantalones.
-Ángel,
hechicera... -murmuró Nicholas mirándola con pasión-. Eres las dos cosas.
Sin
dejar de besarla en la boca, le quitó con maestría la ropa antes de colocarla
firmemente sobre su erección. Con aquella mirada de terciopelo clavada sobre
la suya, que resultaba más eficaz que una celda con barrotes, Nicholas entró
en ella.
-Móntame
-ordenó él con un tono ronco que viajó a través de la sangre de Miley como un
explosivo.
Él la
guió por su interior, con el cuerpo recto mientras Miley lo tomaba. Se sintió
invadida por una inmensa sensación de poderío femenino. Nada deseaba más en el
mundo que sentirlo lo más cerca posible de sí. El ritmo de aquella sensual
invasión hizo que se le acelerara el pulso en todos sus rincones ocultos. A
cada embestida, Nicholas acertaba allí donde ella era más sensible.
Miley sintió que se le nublaba la visión, y se colgó de los hombros de su amante. Su
propio climax la inundó, envolviéndola como un huracán. Ella gritó su nombre,
y lo sintió dar una última embestida dentro de ella, con su cuerpo poderoso
inclinándose sobre el suyo. Temblando de placer, Miley se sintió de pronto
exhausta y dejó caer la cabeza sobre su pecho.
Estaba
tratando de recuperar el aliento, de recuperar la cordura, pero solo aparecía
Nicholas en su cabeza.
-Te amo
-susurró, con las palabras saliendo por su propio pie de su boca-. Te amo.
Sus
sentimientos habían dejado de ser un secreto.
El
corazón seguía latiéndole tan deprisa que no estaba muy segura de haber
pronunciado las palabras en voz alta. Nicholas permanecía totalmente quieto.
Seguía estrechándola entre sus brazos, pero Miley percibió algo diferente en su
cuerpo.
Se le
hizo un nudo en el estómago. ¿Le habría dicho en voz alta que lo amaba?
Miley lo
miró a los ojos y obtuvo inmediatamente la respuesta. El la abrazaba, pero
tenía la mirada más lejana que nunca. Aquello parecía imposible. Hacía solo
unos instantes habían estado totalmente unidos.
Ella lo
agarró por la barbilla, y Nicholas no se movió, pero apartó la vista. Miley supo
entonces que había cometido un terrible error.
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MUAAAJAAJAAAAAAA SI COMENTAN LES SIGO SUBIENDO CAPS DE ESTA NOVE :D
SE VIENE LA MEJOR PARTE :D
pobre miley fue inconcienteeeeeeeeeeeeeeee decir que lo amaba..
ResponderEliminarsiguela porfaaaaaaaaa...
quiero saber que le dice nick a miley...
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh Nooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarOh My Fucking Trululu!!!!!!!! O.o
Creo que eso es malo D:
Gran herror :/
Siguienteeeee :D