Aquella
noche, después de haber hecho el amor en la cama de Miley, ella se puso boca
abajo algo incorporada para mirarlo y dejó caer una mano sobre su fuerte pecho.
-Cuéntame
otra historia sobre los Barone.
-No,
por favor -protestó Nicholas.
Las
historias familiares se habían convertido de alguna manera en parte
imprescindible de las veladas que compartían. Miley hacía el amor con él con la
fuerza de un huracán y luego le pedía una historia.
Los
ojos ilusionados de Miley en aquel momento tocaron una fibra sensible de su
interior. A pesar del ardor de sus encuentros pasionales, Nicholas no se había
engañado a sí mismo creyendo que deseaba a Miley solo por sexo. Seguramente
preferiría morir antes que admitirlo, pero se sentía a salvo con ella. Miley no
lo traicionaría, no le mentiría. Preferiría hacerse daño ella antes que
hacérselo a él.
El
hecho de que Miley lo aceptara tal y como era, en su totalidad, conmovía a
Nicholas de una manera que nunca hasta entonces había experimentado. Aunque
era consciente de que el amor no era para él, sentía un instinto de protección
muy fuerte respecto a Miley.
-Cuéntame más cosas de Marco y Angélica —le suplicó ella con una
sonrisa.
-Marco
estaba viviendo con una familia en cuyo restaurante trabajaba cuando se enamoró
de Angélica. Se suponía que ella tenía que casarse con un hombre llamado
Vincent, y la familia que se ocupaba de Marco daba por hecho que algún día él
se casaría con su hija Lucia. Cuando Marco y Angélica se fugaron, toda la
familia se puso furiosa, y Lucia estaba tan enfadada que lanzó una maldición
contra mis abuelos.
-¡No
puede ser! -exclamó Miley.
-Así
fue -aseguró Nicholas, sonriendo ante su indignación-. No solemos hablar de
ello, pero cuando lo hacemos, lo llamamos «La maldición del Día de San
Valentín».
-¿Por
qué ese nombre? -preguntó ella con el ceño fruncido.
-Porque
a lo largo de los años ocurrieron algunos hechos trágicos en el Día de San
Valentín. Angélica perdió al primer hijo que esperaba ese día, y, algunos años
más tarde, en la misma fecha, raptaron a uno de sus hijos gemelos.
-Qué
horror -intervino Miley sacudiendo la cabeza-. Cuando mencionaste que Angélica
y Marco tuvieron problemas, pensé que estabas exagerando.
Miley se
detuvo un instante y levantó el dedo para acariciarle la barbilla
antes de seguir hablando.
-¿Tú
crees en la maldición?
-Por
supuesto que no -respondió Nicholas.
-Me ha
parecido notar un tono de duda en tu voz.
Él
recordó su ruptura con la madre de Molly en el Día de San Valentín. Pero con Miley subida encima de él, cálida y sensual, aquella ruptura le parecía muy
lejana.
-Por
supuesto que no -repitió.
-Tal
vez consiga sacarte más cosas en otra ocasión —aseguró Miley, claramente
insatisfecha por la respuesta.
-Inténtalo
-la retó Nicholas, fascinado por su mirada.
Ella
inclinó la cabeza para besarlo suavemente en el pecho. El contacto de su boca
le resultó tan erótico que le parecía casi insoportable, pero Nicholas no
podía apartarse de ella. Que el cielo lo ayudara, pero si no se andaba con ojo,
aquella mujer podría llegar a tocarle en el corazón.
A la
tarde siguiente, Nicholas le robó un beso a Miley en la cocina mientras ella le
daba de comer a Molly.
-Pá-pá-pá
-palmoteo la niña al verlo entrar.
-Bella
bambina -exclamó Nicholas acercándose a su hija-. ¿Qué tal has pasado el día
hoy? Esta noche te bañará papá. Por cierto, Miley, hoy me ha llamado uno de los
miembros de la Sociedad Histórica de Boston. Se me había olvidado que
había ofrecido mi casa para la junta de Enero. Será dentro de unos días, y
quería que lo supieras.
-¿Y
cuánto durará? -preguntó Miley mientras retiraba la bandeja de comida de la
trona de Molly.
-Dos o
tres horas como mucho, pero Corinne estará entrando y saliendo un par de días
antes -respondió él encogiéndose de hombros.
-¿Corinne?
-preguntó Miley con el corazón encogido deteniéndose un instante.
-Sí
-respondió él mirándola fijamente.
Una
docena de posibilidades afloró a la mente de Miley. Las dos primeras fueron las
más dolorosas: Quería volver a ver a Corinne. Ya se había aburrido de ella.
-No hay
nada entre Corinne y yo -aseguró Nicholas acercándose al comprender el porqué
de su expresión turbada-. Este encuentro está planeado desde hace meses. Ella
también es miembro de la Sociedad Histórica, y me convenció para que prestara
mi casa prometiéndome que ella se encargaría de organizarlo todo. No significa
nada para mí -la tranquilizó rozándole los labios con los suyos-. Luego te lo
demostraré. Esta misma noche.
Pasada
ya la medianoche, Nicholas había dejado muy claro cuánto deseaba a Miley, tal y
como había hecho muchas noches anteriores. Además, le había contado otra de sus
historias familiares.
Tal vez
debería estar tranquila. Miley podía ver que lo que Nicholas sentía por ella iba
más allá del deseo físico. Pero en aquel momento, sola en la
oscuridad, las dudas crecieron como brasas avivadas por el fuego. Nicholas
acudía a su cama casi cada noche, y actuaba como sin nunca tuviera suficiente
de ella. Pero Miley no podía borrar el hecho de que siempre se marchaba bastante
antes del amanecer.
Nunca
se quedaba a dormir con ella.
-----------------------------------------------------------------------------
HOLAAAA CHICAS! :D BUENO HOY LES VOY A DEJAR DOS CAPS DE CADA NOVE ;) POR CIERTO, EL VIERNES, VOY A TERMINAR DE ESCRIBIR NO HAY MARCHA ATRAS, Y SUBO EL FINAL, ASIQUE PACIENCIA ;) BESITOS ♥
aaaaaaaaaayyyyyyyyy q bueno agus ya extrañaba esa nove
ResponderEliminargracias tq♥