CAPITULO 10: A QUE ESTAS JUGANDO?

Cuando volví a ver a Adam, estaba en el auto guardando las bolsas. Pobre, se había traído todas las bolsas el solo. Me sentí culpable y corrí y lo abrace.

De lo que no me di cuenta es que alguien corría detrás de mi para alcanzarme. Cuando me di cuenta era tarde.

- piensan que me creí ese juego de “es como mi hermano mayor” – dijo imitando mi voz – buen comienzo Cyrus, pero a que juegas? – me miro con la cejas levantadas.

- Jugar? Nadie esta jugando, espera un minuto – mire a Adam y le dije – no te preocupes, no vas a tener problemas por mi culpa y tampoco quiero que los tengas, ve a mi casa, y dile a mi madre que me cruce con Demi – lo mire sonriéndole como lo hacia cuando era mas pequeña – porfis? – y le volví a sonreír

Me miro, sonrió, y asintió con la cabeza sin decir una palabra. Algo estaba mal. Pero no dejaría que por culpa de Nick traten a Adam como un psicópata pervertido.

Cuando Adam se fue, el me miraba con el ceño fruncido.

- no puedo creer que me hayas seducido, SE LO HAYAS DICHO A DELTA! –Grito – y ahora salgas con el profesor solo para tener preferencia, eres una… - lo interrumpí, era placentero interrumpir a la gente

- no te atrevas a decirlo – lo mire con el ceño fruncido.

- porque? Eres una arrastrada, una pu.ta – sin decir nada mas, levante mi mano y le di una cachetada. Se lo merecía. Quien diablos se creía que era.

-PRIMERO. ES MI MEJOR AMIGO, LO CONOZCO DESDE QUE NACI, ES COMO MI HERMANO MAYOR PORQUE ES HIJO UNICO – le grite me había sacado de quicio – SEGUNDO. NUESTRAS FAMILIAS FUERON AMIGAS TODA LA VIDA! DIABLOS EN QUE MIER.DA PENSABAS CUANDO LO PENSASTE? DE VERDAD CREISTE QUE YO PODRIA? – no dije nada mas, me fui hacia la parada de los taxis.

- POR QUE NO ME LO DIJISTE? YO TE PODRIA HABER TRAIDO AQUÍ, Y NO ESE! – gritaba como un loco, cualquiera que lo viera pensaría que le faltaban unos cuantos tornillos.

- DEJA DE GRITAR!- me volví a acercar a el – no te lo dije, por que no estaba planeado, iba a venir con mi madre, pero no pudo y el se ofreció, pero que hago YO dándote explicaciones a alguien como tu? Eres patético, y un mujeriego! – le dije y volví a irme hacia la parada de taxis. Pero antes de eso, el me agarro del brazo y me tomo de la cintura y me planto tal beso que pensé que iba a morir ahí. Moriría feliz.